A Virginia Morales le aterra el verano y no precisamente por el calor. Como madre que se encarga sola del cuidado de su hija, le resulta muy complicado compaginar su trabajo con las vacaciones escolares porque al disponer de un solo ingreso no puede permitirse contratar a alguien que la ayude o pagar un campamento de verano. Es administrativa y se siente “afortunada” por poder teletrabajar dos tardes a la semana, pero tampoco con eso alcanza, por lo que reclama más recursos y unas “políticas que realmente ayuden a conciliar”.
“Por las tardes me puedo organizar un poco mejor con el teletrabajo, pero las mañanas estoy desamparada, a merced de favores de terceros o de las redes de apoyo como la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS)”, explica Virginia a Infobae España, que asegura que las doce semanas de vacaciones de las que disponen los escolares en verano se hacen realmente complicadas para las familias monoparentales, que en España ya alcanzan casi los dos millones.