Sobreviviré (I will survive)
1 agosto, 2018Retrato de una mujer, valiente y luchadora.
Soy hija de obreros. Sin herencias ni cuentas en Suiza. Mujer blanca, soltera por decisión propia y por vaivenes de la vida. Soy ciudadana con obligaciones fiscales, sin ataduras personales y con cualificación profesional elevada. Clase media. Currante por educación y por moral. Nivel cultural alto. Interesada en política, sociedad y vida. Desinteresada en circos mediáticos que consumen la inteligencia. Con una sensibilidad extrema y observación crítica del entorno. Feminista no por moda sino por convicción.
Mujer soltera, que no es igual a “sola”, que desea, fantasea y disfruta con su cuerpo. Con una rica imaginación y gran creatividad, cuyo camino labra con sudor y lágrimas, sin favores y con mucho apoyo.
38 recién cumplidos, sana, pero con unos kilos de más. Buena reserva ovárica, teniendo en cuenta la edad y aparentemente sin problemas de fertilidad. La falta de varón es un obstáculo obvio. 12 meses en Fertilidad, 143 pinchazos, 90 días de betaespera,6 IAD fallidas, 22 test de embarazo negativos.
Frustración. Parece que ya nada a mi alrededor importa. Se abre el mundo y el deseo de ser madre se aleja, despacio, sin convencimiento pleno. Puedo ser feliz igualmente, pero la idea de no poder ser madre me atormenta. He consumido el máximo de intentos permitidos en la Seguridad Social. Mes a mes he sufrido las derrotas y culpabilizo a mi cuerpo por ello. Demasiado tarde. El tic tac resuena en mi cabeza y es el nuevo latir de mi corazón. Tic tac que se debilita y va borrando nombres de bebés.
Hoy siento mil contradicciones. Qué camino seguir. “La naturaleza es muy sabia”. ¿Si no me endeudo, no lo deseo lo suficiente? Las clínicas de reproducción asistida crecen en España como champiñones y el sector del turismo reproductivo está en auge. Son los nuevos chamanes de una sociedad que envejece sin descendencia. El trabajo y la responsabilidad de la Sanidad Pública pasa a manos privadas que convierten en negocio algo tan vital. Y a veces funciona. Otras no, y quedas sin deseo y pagando mensualidades por un vacío.
Comienza el tiempo de lucha porque la ley incluya los mismos tratamientos a mujeres solteras y no nos considere ciudadanas de segunda. Lucha porque se reconozcan los mismos derechos que a otras mujeres con pareja. No voy a mentir, inventando una pareja que me dé acceso a técnicas con mayor tasa de éxito. Lucharé porque haya una justicia, y no se discrimine por situaciones personales.
Hoy repondré fuerzas, lloraré mi tristeza y expulsaré los posos de medicación y extra de hormonas que ha absorbido mi piel. Sangraré las ilusiones. El rojo escarlata me recuerda que soy mujer, valiente y luchadora.
Mañana alzaré mi voz.
Izaskun Gamen