Las familias monoparentales muestran su indignación y preocupación ante el olvido del que están siendo objeto en la Asamblea Regional de Murcia y que dará al traste con la Ley de familias monoparentales en la Región.

La Delegación de la Asociación Madres Solteras por Elección de Murcia, quiere manifestar su descontento ante la situación de desamparo en que nos deja la noticia que ha acaecido en nuestra comunidad autónoma el día 2 de noviembre, por la que un olvido injustificable de los grupos parlamentarios en la presentación de la huella legislativa da al traste con la proposición de ley de familias monoparentales de la Región de Murcia.

Olvido debido a lo que parece ser el desconocimiento del Reglamento de la Asamblea Regional, y que, según manifestaciones del grupo socialista, podía haberse subsanado dada la irrelevancia del efecto formal ya que lo han hecho en otras ocasiones.

Omisión que hace que muchas familias se vean gravemente perjudicadas, ya que esta ley era nuestra esperanza para que la Comunidad Autónoma llevase cabo medidas específicas de protección, que garanticen la igualdad real y no discriminación de los menores nacidos en familias monoparentales respecto a los nacidos en familias con dos progenitores. Así como medidas preventivas y correctoras, tanto en el ámbito de las administraciones públicas como el ámbito de las empresas privadas.

Sentimos indignación ante esta noticia, ya que confiábamos en que la proposición de ley saliera adelante junto a las aportaciones presentadas por nuestra asociación entre otras, y al trabajo de todas las entidades que han participado y comparecido en el proceso. Ley muy necesaria para solventar la desigualdad, el empobrecimiento y precariedad, cuando no el riesgo de exclusión social, por unos cuidados asumidos en solitario sin corresponsabilidad social y penalizaciones en distintos ámbitos por políticas diseñadas con carácter general para la familia biparental.

Por lo tanto, apelamos a la responsabilidad política para paliar la situación de desamparo que ahora mismo sufrimos y exigimos una respuesta rápida por parte de los grupos parlamentarios para solventar este error.

Por un “olvido” de quienes nos representan o por juego político, se ahoga la necesidad de respaldo de personas, en su mayoría mujeres, que afrontan en solitario un proyecto familiar. Cualquiera de las dos opciones es rechazable, y genera sentimientos de impotencia y engaño entre los colectivos participantes en la elaboración de la propuestas y enmiendas. Además, deja a la Región a la cola de las comunidades autonómicas que ya han legislado para estas familias, como Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón, Cantabria, Navarra o Baleares. Un olvido imperdonable en las siguientes urnas.